Que Hacer Si No Quedo en la Carrera de Medicina🥼🥺💔

¿Sabías que los estudiantes que no logran entrar a la universidad pueden experimentar etapas similares a las del duelo tradicional, que incluyen negación, ira, negociación, depresión y, finalmente, aceptación?

¡Hola futuro médico! Llega el gran momento que tanto estábamos esperando, días e incluso semanas esperando poder ingresar a ese sitio web donde podamos leer esa tan reconfortante frase ‘‘has sido admitido’’, tantas esperanzas que hemos depositado en ese examen de admisión y de por fin poder iniciar la carrera de nuestros sueños. Pero todo se derrumba en un segundo cuando te das cuenta de que tu esfuerzo no rindió sus frutos, no fuiste admitido. Comienzas a sentir muchas cosas, tristeza, enojo, muchas emociones en tan poco tiempo, reacciones muy parecidas a lo que se vive en un proceso de duelo, ya que son similares a la de alguien que ha sufrido de una perdida emocional.

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El duelo es un proceso psicológico al que todos nos enfrentaremos tras una perdida emocional importante, y básicamente consiste en la adaptación a esta perdida. Este proceso es totalmente normal, por lo que no te preocupes por lo que sientas al vivirlo, todos lo tenemos que vivir en algún momento.

Se compone de cinco etapas, y pueden aparecer sucesivamente, sin embargo, no todo el tiempo tiene porque ser así, cada persona es única y vivirá su proceso a su propia manera.

Cuando un estudiante enfrenta la noticia de no haber sido admitido en la universidad de su elección para estudiar medicina, es común que la primera reacción sea la negación, una de las etapas clásicas del duelo. En esta fase, el estudiante puede experimentar incredulidad y rechazo hacia la realidad del rechazo. Frases como "Esto no puede ser cierto", "Debe haber un error en los resultados", "Seguro que hubo trampa" o "Me hackearon" son manifestaciones típicas de esta etapa. Durante la negación, el estudiante puede actuar como si el suceso no hubiera ocurrido, evitando hablar del tema o incluso comportándose como si aún esperara comenzar las clases.

Este mecanismo de defensa es una respuesta natural que permite al individuo amortiguar el impacto inicial del rechazo, dándole tiempo para procesar emocionalmente la noticia a un ritmo más manejable.

es común que los estudiantes experimenten la fase de ira en el proceso de duelo por no haber sido admitidos a la universidad para estudiar medicina. Durante esta etapa, surgen sentimientos de frustración e impotencia que pueden llevar a culpar a otros por el fracaso percibido. Frases como "Es culpa de la universidad porque nos dio muy poco tiempo", "El curso preparatorio no sirvió, no saben enseñar" o "Mi amigo me hizo desvelar y por su culpa no pude concentrarme", son ejemplos de cómo el estudiante puede dirigir su ira hacia factores externos.

La fase de ira es una reacción emocional natural que refleja el dolor del rechazo; sin embargo, quedarse atrapado en esta etapa puede ser perjudicial. Si la ira se prolonga, puede impedir que la persona avance hacia la aceptación y la búsqueda de soluciones. En casos extremos, algunos individuos pueden permanecer en un estado continuo de resentimiento hacia terceros, lo que les impide sanar y seguir adelante.

En la fase de negociación del proceso de duelo por no haber sido admitido en la universidad, la persona comienza a asimilar la realidad del rechazo y explora posibles maneras de cambiar o revertir la situación. En este punto, el pensamiento se centra en buscar alternativas o soluciones que puedan modificar el resultado inicial. Frases como "Puedo ir a reclamar mi puntaje, tal vez obtuve una mejor calificación de lo que indica" o "A ver si se libera un lugar y puedo ocuparlo" son comunes y reflejan el intento de encontrar esperanza o una posible solución en medio de la decepción.

Conforme avanza el proceso de duelo y se va asumiendo la realidad del suceso, se comienza a notar lo que implica emocionalmente la vivencia, manifestándose como perdida del interés por las actividades diarias, tristeza, nostalgia, aislamiento social, entre otras cosas. Aunque comúnmente se le conoce como depresión, esta fase es más correcto llamarla de tristeza, ya que la depresión ya es un proceso patológico. Y no te preocupes, no está mal que te sientas triste, es una reacción completamente normal de nuestro organismo, y solo así comenzamos el camino de la sanación.

Es la llega de un estado de calma emocional, donde el suceso o la perdida se comprende como un fenómeno natural en la vida humana. Como una herida que cicatriza, no significa que se haya olvidado el suceso, sino que sanó y a pesar del recuerdo, podemos seguir viviendo.

Con el tiempo llega la aceptación, esta es una herida que sí sana con el pasar de los días. El fallar es parte de la naturaleza humana, de los errores se aprende que hacer y que no hacer la siguiente vez que estemos en la misma situación. Así que ¡no te detengas! Sigue con tu plan de vida, sigue queriendo estudiar la carrera que quieres y anhelas, revisa las opciones que puedes tomar. Volver a aplicar, estudiar otra carrera, optar por otra universidad, haz lo que se acomode a tus planes y ayude a lograr tu meta

Es importante que te acerques con tus seres queridos, ya sea tu familia, tus amigos o a quien más confianza les tengas, cuéntales de lo que pasó, el no ser admitido no es algo de qué avergonzarse, es solo un pequeño tropiezo que toda persona madura entiende y te aconsejará de la mejor manera. Así que no pierdas tu emoción de hacer lo que te apasiona, que esa llama que te impulsó a aplicar la primera vez, siga viva en la segunda vez que lo hagas.

Recuerda, el mundo no se ha terminado, no permitas que estos contratiempos te detengan. Vive el proceso de duelo y reanuda tu camino cuando estés listo para ello, en Admisiones Salud entendemos todo esto, por eso es que ofrecemos una garantía a nuestros alumnos que no son admitidos, para que puedan continuar preparándose y por fin cumplir sus metas.

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