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En este artículo hablaremos sobre las etapas del suelo para que navegues este suceso más tranquilo.
Llega el gran momento que tanto estábamos esperando, días e incluso semanas esperando poder ingresar a ese sitio web donde podamos leer esa tan reconfortante frase ‘‘has sido admitido’’, tantas esperanzas que hemos depositado en ese examen de admisión y de por fin poder iniciar la carrera de nuestros sueños. Pero todo se derrumba en un segundo cuando te das cuenta de que tu esfuerzo no rindió sus frutos, no fuiste admitido. Comienzas a sentir muchas cosas, tristeza, enojo, muchas emociones en tan poco tiempo, reacciones muy parecidas a lo que se vive en un proceso de duelo, ya que son similares a la de alguien que ha sufrido de una perdida emocional.
Índice de contenido
¿Qué es el duelo?
El duelo es un proceso psicológico al que todos nos enfrentaremos tras una perdida emocional importante, y básicamente consiste en la adaptación a esta perdida. Este proceso es totalmente normal, por lo que no te preocupes por lo que sientas al vivirlo, todos lo tenemos que vivir en algún momento.
Se compone de cinco etapas, y pueden aparecer sucesivamente, sin embargo, no todo el tiempo tiene porque ser así, cada persona es única y vivirá su proceso a su propia manera.
1. Negación
Esta reacción se produce comúnmente inmediatamente después del suceso ‘‘Esto no puede ser, los resultados deben de estar mal’’ ‘‘Debieron haber hecho trampa’’ ‘‘Me hackearon’’ Son frases que pueden surgir en la etapa de la negación, al no aceptar el suceso o incluso actuar como si no hubiera sucedido nada, al ignorar por completo el suceso.
2. Ira
Frecuentemente, después de haber vivido la negación se presenta la ira. Aparecen sentimientos de frustración y de impotencia que pueden concluir en culpar a algo o alguien más del suceso ‘‘Es culpa de la universidad porque nos dio bien poquito tiempo’’ ‘‘El curso no me sirvió, no saben enseñar’’ ‘‘Mi amigo me hizo desvelarme ayer y no pude concentrarme por su culpa’’. Y en ciertos casos extremos, las personas no prosiguen con el duelo porque quedan atrapadas en una fase de ira, donde el reclamo hacia terceros es continuo y les impide sanar.
3. Negociación
En esta fase, la persona comienza a entrar en cuenta de la realidad del suceso, por lo que comienza a explorar que cosas se pueden hacer para poder revertir la situación. “Puedo ir a reclamar mi puntaje, capaz y salí mejor’’ “A ver si se desocupa un lugar y yo lo puedo tomar’’ Son algunas de las frases que pueden decirse comúnmente.
4. Depresión
Conforme avanza el proceso de duelo y se va asumiendo la realidad del suceso, se comienza a notar lo que implica emocionalmente la vivencia, manifestándose como perdida del interés por las actividades diarias, tristeza, nostalgia, aislamiento social, entre otras cosas. Aunque comúnmente se le conoce como depresión, esta fase es más correcto llamarla de tristeza, ya que la depresión ya es un proceso patológico. Y no te preocupes, no está mal que te sientas triste, es una reacción completamente normal de nuestro organismo, y solo así comenzamos el camino de la sanación.
5. Aceptación
Es la llega de un estado de calma emocional, donde el suceso o la perdida se comprende como un fenómeno natural en la vida humana. Como una herida que cicatriza, no significa que se haya olvidado el suceso, sino que sanó y a pesar del recuerdo, podemos seguir viviendo.
Con el tiempo llega la aceptación, esta es una herida que sí sana con el pasar de los días. El fallar es parte de la naturaleza humana, de los errores se aprende que hacer y que no hacer la siguiente vez que estemos en la misma situación. Así que ¡no te detengas! Sigue con tu plan de vida, sigue queriendo estudiar la carrera que quieres y anhelas, revisa las opciones que puedes tomar. Volver a aplicar, estudiar otra carrera, optar por otra universidad, haz lo que se acomode a tus planes y ayude a lograr tu meta
Es importante que te acerques con tus seres queridos, ya sea tu familia, tus amigos o a quien más confianza les tengas, cuéntales de lo que pasó, el no ser admitido no es algo de qué avergonzarse, es solo un pequeño tropiezo que toda persona madura entiende y te aconsejará de la mejor manera. Así que no pierdas tu emoción de hacer lo que te apasiona, que esa llama que te impulsó a aplicar la primera vez, siga viva en la segunda vez que lo hagas.
Recuerda, el mundo no se ha terminado, no permitas que estos contratiempos te detengan. Vive el proceso de duelo y reanuda tu camino cuando estés listo para ello, en Admisiones Salud entendemos todo esto, por eso es que ofrecemos una garantía a nuestros alumnos que no son admitidos, para que puedan continuar preparándose y por fin cumplir sus metas.
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